lunes, 23 de mayo de 2011

El artista mudo

¿Es idea mía o de pronto todos aquellos que estudiamos algo relacionada a las artes plásticas carecemos de un sentido? ¿Hacia donde vamos? Muchos dirán tener sus motivos para hacer las cosas, pero, en el fondo ¿de qué se trata?

La razón por la que me pregunto esto es porque veo muchas ideas, mucho talento, pero todo es hueco; veo mucha gente queriendo destacar, queriendo fama y/o fortuna, ser los siguiente artistas clásicos. O en su defecto gente con mensajes vacíos o absurdos.

¿Donde quedó el sentido del artista? Aquel que solía comunicar a los demás, no convertir su trabajo en algo elitista, algo que solo una persona con cierta formación comprende. Desde mi perspectiva se supone que uno habla con los demás a través de sus trabajos, quiere decir lo que no puede decir solo con palabras. Y no, no se trata de uno mismo: ¿qué sentido tendría vanagloriarse en trabajos que hablan de mi vida personal, de mis glorias y fracasos? Con todo respeto, ¿a quién le importa?

A mi parecer el mundo está lleno de razones, de influencias o motivos. ¿Por qué todos parecen obsesionados con el "yo"? Y no digo que uno no pueda hacer cosas para si mismo, pero vamos, es ridículo cuando todo se trata de sí. Llevo un par de meses llegando a estas cavilaciones, entre hojas y hojas de portafolios, de álbumes, de anuncios, pancartas y exposiciones, todos me llevan a la triste realidad de como en el fondo a ninguna de estas personas (dotadas con el empeño o la estrella de ser hábil para las artes) parece importarle lo que le rodea. Ese desorden compulsivo carente de alma, veo cosas, no obras, cosas sin sentimiento, mudas e inservibles.

Destaco notoriamente como se lleva historia del arte centrado en los artistas. ¿Cómo es esto posible? ¿Desde cuando es el artista el que define la idea? El artista solo es el que PUEDE dejar rastro de lo que lo rodeaba, si alguien en el futuro quisiera saber como era nuestro mundo ahora ¿qué vería? Anuncios mal hechos de supermercados en constante guerra, programas absurdos para mentes vacías, grabaciones huecas de cantantes plásticos cuyas letras no tienen ni cabeza ni cola, galerías llenas con autorretratos enmarcados y ensalzados en el ego de su creador, diseño barato y sin cerebro, hecho con enojo o desdén. 

Si, estoy a título personal molesta con el capricho de este mundo sobre lo mundano, sobre la carencia de una empatía. Ahora es cuando los heridos preguntan "¿Entonces que propone?" (no sin ácido impregnado en dichas palabras). Y yo digo que por un segundo voltean a ver lo que les rodea. Colegas, con todo respeto: no, no son tan importantes como creen, para sus cosas personales pueden hacer lo que gusten, pero para hablar con el mundo les aseguro que a nadie le interesa que sucede o no con ustedes como números que son. Pensamos como individuos, pero actuamos como masa por feo que suene. Románticos querrán llevar la contraria, pero hay que aceptar cuando se ha perdido.

Entonces, me aferro a que aún los artistas clásicos eran herramientas de su tiempo, ellos no cambiaron al mundo, el mundo los cambió a ellos. No, su historia personal no cambiará al mundo, pero la de miles si lo hará. No son conocidos por sus historias personales, eso ya es para el fanático que se interesa por el por alguna razón en especial, pero para todas las personas regulares lo importante no es quien era, si no que quiso decir. Véanlo como los libros, uno no lee un libro porque el autor haya o no haya sido dejado por su pareja, uno lo lee porque habla algo importante, coherente o sabio (en su defecto entretenido).

En resumen, a mi parecer y humilde opinión, el ego es el cáncer que se come al arte y percude al artista. Sin embargo, es hermoso aún ver iniciativas con algo de cerebro aún, demostrando que aún se puede. Esperemos que no se pierda del todo y nos trague este comportamiento tan dañino. Por lo menos no a todos.